Por, J. Joaquín Orellana, PhD.
Misionero de PMM Inc., USA.
Derechos reservados.
Desde que se inventaron las excusas nadie queda como culpable, dice un adagio popular. Luego de mucho tiempo de hacer consejería bíblica (noutética), he encontrado a cristianos inclusive dando excusas para sus errores y pecados, mismas que son absurdas a la lógica humana, no se diga ante la interpelación de las Sagradas Escrituras. Veamos algunas de las más comunes:
- No soy perfecto. Pero olvidan que la Escritura si precisa que debemos ser perfectibles. Es más la Escritura nos arenga a que seamos perfectos y santos como nuestro Dios lo es también. Es obvio que jamás seremos como Dios, pero es la intención de la Escritura animarnos a una vida que encarnacionalmente les muestre a los demás el nuevo estándar de vida del Reino de Dios.
- Soy un ser humano. Pero olvidan que muchos otros humanos si han logrado vivir en obediencia, piedad y santidad ante Dios.
- Errar es humano. Pero olvidan que esa frase es solo la primera parte de una frase mucho más completa, de autoría de Seneca, quien dijo que "Errar es humano, pero continuar errando es diabólicamente humano"
- Todo mundo lo hace. Pero olvidan que los que hemos sido redimidos por la sangre de Cristo, hemos sido sacados del mundo espiritualmente para vivir en otra dimensión de santidad, y al fin de cuentas, no somos "todo el mundo"
- Siempre hay una primera vez. Pero olvidan que aun nuestro cuerpo ha sido hecho templo del Espíritu Santo, o más aun, como dice el texto griego: nuestro cuerpo es el "lugar santísimo donde mora el Espíritu Santo" Por lo tanto, es una verdadera blasfemia justificar nuestros pecados asumiendo que tenemos derecho a una primera vez. Si así fuera, los siervos de Dios en la Biblia olvidaron advertirnos de esta "doctrina"
- Nunca digas nunca. Pero olvidan que en términos de la ética, moral y espiritualidad cristianas, si debemos decir nunca a muchas cosas, como: nunca blasfemar contra Dios; nunca renunciar a la fe en Jesús; nunca volver atrás al mundo del cual Cristo nos sacó; nunca volver a estar bajo el yugo de esclavitud del pecado; nunca pisotear la sangre de Jesús; nunca pisotear la gracia de Dios; nunca traicionar ni en pensamiento a nuestro cónyuge; nunca modelar la maldad a nuestros hijos, etc.
- La carne es débil. Pero olvidan que quien dijo eso, fue precisamente Jesús y él jamás dejó que la carne sea un obstáculo para un vida de consagración. La frase: la carne es débil, no es una excusa para el pecado, sino una advertencia de Jesús para la obediencia y la santidad.
Hechos 20:24.
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