Libertad Religiosa...!

Por, J. Joaquín Orellana, PhD.

Misionero de PMM Inc., USA.

Derechos reservados por el Autor.

Un tema pertinente en cualquier tiempo de la historia es el asunto que tiene que ver con la llamada "libertad religiosa" Hoy más que nunca, en que vivimos en una sociedad de "derechos"es imperativo definir qué entendemos los cristianos respecto de este asunto. Para empezar debo partir de una premisa muy clara para mí: En AL no existe libertad religiosa, lo que sí existe es una tolerancia religiosa. Esto es parecido al gran asunto entre laicismo y laicidad. Los creyentes no hablamos de laicismo, sino de laicidad. Y este asunto lo trataré en otro artículo posterior. Pero volviendo al tema de libertad religiosa, es normativo y urgente que definamos de qué se trata.
En principio definamos los dos conceptos entrañados en la frase. Libertad no es la opción de escoger arbitrariamente entre lo bueno y lo malo, entre lo que quiero y no quiero. Al contrario, la libertad entraña y ese es un límite moral. Pues, desde un punto de vista bioético, no hay libertad sin responsabilidad. La libertad (gr. eleuteria) es la prerrogativa humana de escoger libre y voluntariamente entre lo bueno y lo mejor, ya que la libertad jamás hace daño a la persona ni a su entorno. Lo que la gente entiende popularmente por libertad es en realidad libertinaje, que no es otra cosa que hacer lo que nos da la gana, esto es, una perfecta anarquía. araña
Cuando nos referimos a la palabra "religiosa" es en el sentido estrictamente antropológico y filosófico, como esa área connatural del ser humano, que lo capacita inalienablemente a pensar en lo sobrenatural, sea lo que sea que la persona considera como tal. La palabra religión en realidad viene del latín (Lat: re = de nuevo; y ligare = atar, amarrar, etc) y significa "atar en firme" de modo que teológicamente no es un concepto muy afecto por cuanto la espiritualidad se la debe expresar sin coacciones ni chantajes. De todos modos, el término religioso cada vez cobra más espacio al menos en el contexto político y social de nuestros tiempos.
Ahora, qué significa libertad religiosa, desde un punto de vista bíblico, teológico y aun pastoral? En mi libro Hacia una Identidad Bautista, he explicado que la libertad religiosa implica tres derechos connaturales e inalienables de todo ser humano, indefectiblemente, de cualquier contexto histórico, religioso y cultural. Libertad religiosa significa ejercer derechos, con todas las garantías constitucionales, legales y axiológicas, como:

• Libertad de conciencia. Es decir, libertad para creer libre y voluntariamente en lo que la persona considere verdadero. Este es uno de los derechos humanos y principios bioéticos fundamentales: el derecho al libre consentimiento informado. En términos de espiritualidad, la persona humana tiene derecho a elegir en qué va a creer o confiar, es decir, tiene que ver con su fe personal (Gr, pisteúo = confiar; pistís = fe)
• Libertad de culto. Una vez que la persona ha decidido en qué va a creer o confiar en términos de divinidad o espiritualidad, el siguiente derecho es el de adoración, o culto. Es decir, a qué, quién, dónde y cómo va a adorar. Este aspecto tiene que ver con el verbo griego proskuneo = adorar.
• Libertad de comunicación. Finamente, la libertad religiosa tiene que ver con la prerrogativa de proclamar libremente su fe, por todos los medios lícitos, y sin que contravenga la ley ni los derechos inalienables del prójimo. En términos prácticos, este aspecto tiene que ver con el proselitismo (conocido así por algunas sectas), o por la evangelización y discipulado según la cristiandad. Tiene que ver con la acción que denota el verbo griego kerusso = proclamar o predicar.

Uno de los derechos humanos consignados en la Declaración Universal de DDHH, dice que: "Nadie debe ser molestado por sus opiniones, ni siquiera por las religiosas, con tal que sus manifestaciones no trastornen el orden público establecido por la ley"

Anhelamos que en Ecuador y AL, disfrutemos una verdadera libertad religiosa, y no de una solapada tolerancia religiosa, que disimula burdamente la vulneración de este derecho consustancial, en desmedro de los legítimos derechos de las minorías religiosas.

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