Por, Dr. J. Joaquín Orellana, PhD.
Palm Missionary Ministries Inc., USA
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El sufrimiento es parte de la vida humana, pues no existe un solo ser humano, que nunca haya sufrido de alguna manera.. Y de acuerdo a las Sagradas Escrituras, el sufrimiento es parte connatural de la vida del creyente. No es posible imaginar una vida de fe y piadosa, exenta del dolor y del sufrimiento. Pero, todo tipo de sufrimiento es válido y bienvenido? El apóstol Pedro, como Pablo y Santiago autentican el sufrimiento como parte consustancial de nuestro peregrinar por este mundo pecaminoso y caído (Cf., 1 Pd. 2:19-21; 2 Ti. 2:3, 12; Fil. 1:29; Stg. 1:2-3; 5:11) . De hecho, el propio Señor Jesucristo dijo que no debemos no solo sufrir por su causa sino también considerarnos bienaventurados.
Ahora, hay dos extremos que evitar cuando se habla del sufrimiento. de hecho en la actualidad existen dos corrientes ideológicas sectarias pseudo cristianas que hablan del sufrimiento. Por un lado están los que pregonan "pare de sufrir" diciendo que el creyente espiritual no debe sufrir, y que por el contrario debe gozar en esta vida de las riquezas de Dios. A esta corriente le llamamos el evangelio o teología de la prosperidad, que niega el sufrimiento y pondera equivocadamente el gozo.
Por otro lado, están quienes buscan deliberadamente sufrir, pretendiendo de ese modo agradar a Dios, porque piensan en términos religiosos que Dios se gozará de su dolor y se aplacará su ira, al ver el sufrimiento deliberada provocado en la carne de las personas.
En realidad estos dos polos provienen desde la antigüedad y más específicamente de dos corrientes filosóficas griegas que se llamaban: el estoicismo, que gustaban del sufrir y del dolor provocado, y creían que de ese modo purificaban sus espíritus; y, el epicureísmo, que depreciaba el dolor, y ponderaba el gozo y el placer coo forma de vida (Cf., Hch. 17:18)
Qué dice la Biblia? Cuál es el sufrimiento que glorifica a Dios? Vale la pena sufrir? Bueno, permítame graficar la respuesta especificando tres fundamentos teológico pastorales al respecto.
- El creyente no debe buscar el sufrimiento. Esto se llama masoquismo, y sadismo, esto es, disfrutar el dolor que es buscado deliberadamente coo una especia de ofrenda a Dios, de chantaje para conseguir favores divinos (como en ciertos ayunos religiosos que son verdaderamente huelgas de hambre y no tiempos de verdadera adoración y refrigerio espiritual) Esta corriente representa la vida penitencial de las personas que creen que por hacer ciertos ritos tortuosos y peregrinaciones sofocantes, van a agradar a Dios,y torcer Su voluntad a favor de sus vanos intereses. Los griegos decían que hay que castigar el cuerpo para purificar el espíritu, pues ni más ni menos, eso es lo que la gente religiosa hace hasta hoy.
- El creyente no debe huir del sufrimiento. Esto se llama hedonismo, es decir, abrazar el placer como fin último de vida. Es cuando la gente vive solo para su vientre, para gozar, disfrutar, pensando que después de esta vida no hay otra. Es la máxima negativa de: "comamos y bebamos que mañana moriremos" Los griegos gnósticos también consideraban que dado que el cuerpo es malo y el espíritu es bueno, y dado además que no hay manera de mejorar la carnalidad humana, lo más inteligente era dejar a la carne liberar sus pasiones y deseos y disfrutar al máximo de todos los placeres posibles, pues nada puede hacer más malo al ya malo ser humano.
- El creyente sí debe esperar el sufrimiento. Lo cual yo podría llamar verdadero heroísmo espiritual porque es digno de los verdaderos mártires de Cristo en la historia. Pero, cuál sufrimiento? Pues el sufrimiento que es el resultado de su fe en Jesucristo; de vivir la justicia del Reino de Dios; de su fidelidad a la palabra de Dios; de su obediencia ética a las demandas del Reino de Dios; en una palabra, el sufrimiento consecuente de vivir su relación personal con Dios, por medio de Jesucristo; cueste lo que cueste, pase lo que pase y venga lo que venga.
El Señor Jesucristo dijo: "Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. 12 Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes (...) Dichosos ustedes cuando los odien,
cuando los discriminen, los insulten y los desprestigien[a]
por causa del Hijo del hombre.
por causa del Hijo del hombre.
23 »Alégrense en aquel día y salten de gozo, pues miren que les espera una gran recompensa en el cielo. Dense cuenta de que los antepasados de esta gente trataron así a los profetas" (Mt. 5:11-12; Lc. 6:22-23)
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