Pecado...!
Por, J. Joaquín Orellana, PhD.
Palm Missionary Ministries, Inc - USA.
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Pecado es una palabra y concepto nada bienvenido en la modernidad. Desafortunadamente, también los creyentes en Cristo tienen tres enemigos bien definidos: Satanás; el mundo; y, la carne (concupiscencia). Pero francamente el más letal de todos es la propia carnalidad que brota del corazón degenerado por el pecado. El pecado realmente es nuestro gran problema constante. El pecado corrompió todas nuestras relaciones existenciales básicas: con Dios (separación eterna, segunda muerte); con el prójimo (matrimonio, familia, iglesia, sociedad, etc); con la naturaleza (desequilibrio ecológico, calentamiento global, mala mayordomía de la creación, etc.); y, por desgracia, consigo mismo (depresión, ansiedad, fobias, autolisis, etc).
El ser humano es pecador por naturaleza. Pecamos porque somos pecadores, no somos pecadores porque pecamos. Es decir, nadie puede dejar de pecar. La Biblia dice que no hay justo ni aun uno, por cuanto todos pecaron están destituidos de la gloria de Dios (Cf., Rom. 3:10, 23).
Pero qué es el pecado?, o cuáles son las formas más comunes de pecar? Básicamente el pecado es "errar en el blanco" es lo que significa la palabra griega para pecado (gr., amartía) Es toda volición humana que se opone, corrompe o denigra la voluntad plena de Dios para la vida del ser humano. Existen varias formas de pecar. Podemos pecar por:
Comisión. Cuando el ser humano acciona deliberadamente su voluntad en actos contrarios a la voluntad expresa de Dios, por ejemplo: robar; mentir; engañar; haraganear; matar; hurtar; etc. Esta es la forma más común de pecar, y que muchos creen que es la única manera, pero no es así.
Omisión. Cuando la persona sabe lo qué es bueno, y simplemente no lo hace, o deja de hacer lo bueno. La Biblia dice que el que saber hacer lo bueno y lo hace le es pecado (Cf., Stg. 4:17) En nuestros días pulula la corrupción, la violencia, el abuso y el contubernio; y callar en lugar de denunciar también es pecado, y uno grosero. Hay un dicho realmente blasfemo también, que dice que: Si quieres de la vida gozar: ver; oír: y, callar. Esto es pecar por omisión.
Intención. Jesús enseñó por ejemplo, que si un hombre mira a una mujer para codiciarle, ya adulteró en su corazón con ella (Cf., Mt. 5:28) Eso significa que pecado no solamente es hacer lo malo, o dejar de hacer lo bueno, sino que también, es pecado el solo pensar hacer el mal. Otro ejemplo que dio Jesús en el Sermón del Monte, fue respecto al asesinato, y dijo que es lo mismo enojarse contra el prójimo y desearle la muerte; y eso es como si lo hubiese matado en realidad (Cf., Mt. 5:28ss). Las intenciones malas también cuentan como pecados.
Promoción. Uno puede hacer lo malo, pero también sutil, soterrada o deliberadamente, puede provocar que otros hagan lo que nosotros quisiéramos hacer. Podemos influir, manipular, orientar, y hasta inducir al pecado a otras personas. Jesús habló también al respecto de los niños, y dijo que es mejor que cualquiera que induzca a mal a los pequeños mas le valdrá amarrarse una piedra de moler de asno y echarse el mar (Cf., Mt. 18:6ss).
J.C. Ryle, dijo: Visiones oscuras y poco claras del pecado son el origen de la mayoría de los errores, herejías y falsas doctrinas de los tiempos actuales. Mucho de la ortodoxia de la doctrina y fe cristiana de hoy, se define con solo saber qué es lo que la gente piensa y cree sobre el pecado.
La buena noticia es que el Señor Jesús ya pagó por nuestro pecado en la cruz del calvario, y solo nos resta confiar plenamente en su persona, palabra y obra para ser salvos de la pena del pecado. La Biblia dice: Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aun pecadores Cristo murió por nosotros (Rom. 5:8)
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